TANTO HABLAMOS DE AMOR QUE NO SABEMOS QUÉ ES
TANTO HABLAMOS DE AMOR QUE NO SABEMOS QUÉ ES
Cuántas veces nos hemos cuestionado en la vida sobre el amor y la mejor manera para definirlo. Para la filosofía según Platón, el amor se entendió como la clave para apreciar las posibilidades de la naturaleza humana. Sócrates lo definió como el deseo de engendrar belleza. Otros filósofos como Maquiavelo han hablado del amor como un instrumento social que ha sido engalanado con las joyas de la felicidad.
Para las religiones sin importar el credo, el amor es visto como una de las grandes dimensiones del ser humano y un punto de articulación donde todo confluye. El amor es vida, el amor es un dios, el amor lo es todo. En la aproximación a un escenario más racional, dejando de un lado la divinidad y la espiritualidad, para la Real Academia de la Lengua Española el amor es un sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.
Tanto nos han hablado del amor que en el proceso de asociarlo a la felicidad hemos encontrado que, si bien puede estar en concordancia con muchos de los planteamientos filosóficos, creencia religiosas o definiciones teóricas, no nos han enseñado del amor como un elemento propio de construcción y destrucción del cual somos protagonistas en nuestras vidas.
Cuando a este sentimiento se hace referencia, un sentimiento tan antiguo como la vida misma, nos encontramos con un sinfín de creencias y teorías acerca del mismo como por ejemplo la leyenda japonesa que habla del amor como un hilo rojo que nos conecta con otra persona. Dicho hilo podrá encogerse o estirarse, pero jamás romperse.
Sin lugar a duda es también el amor tan majestuoso que un día y luego de la perdida de su esposa durante el nacimiento de su decimocuarto hijo, el emperador Sha Jahal ordenó construir un mausoleo nunca antes visto. Una muestra de amor que erigió sus bases en la ciudad india de Agra y que hoy se conoce como El Taj Mahal. Es el amor dolor, dolor como el que plasmo Shakespeare en la que quizá fue una de sus obra más famosa Romeo y Julieta, es acaso el amor muerte y sufrimiento.
Es importante volver a cuestionarnos sobre qué es el amor. Si es algo tan intangible, tan efímero, tan real y tan fuerte. Amar es vivir, disfrutar y entender. Amor no es egoísmo, envidia o duda. Es brindarnos la posibilidad de ser felices hoy sin importar lo que pueda suceder mañana, porque es un sentir tan cíclico, abstracto y bello que nos permea y nos lleva a vivir todo tipo de sensaciones, porque si de amar se trata, amor es todo.
Quizá la vida nos enfrenta durante muchas etapas de nuestras vidas a todo tipo de amores, los dolorosos, los que nos marcan, los que quisimos que fueran, los que fueron y los que no. Amor de familia, amor de pareja, amor de amigos y amores que también pudieron ser prohibidos.
Como persona que hoy vive en el amor y pero que también ha sido víctima de este por culpa de Venus, Cupido, Afrodita y Eros (los dioses por excelencia del amor) he logrado entender que en nuestro proceso de amar y ser amados nos enfrentamos a diversas situaciones que nos marcan pero sobre todo, nos preparan para el momento en el cual el amor verdadero se cruza nuestro camino, comprendiendo que lo importante no radica en coincidir en definiciones con las bases estructurales de entendimiento, sino disfrutarlo desde derecho a sentir, vivir y ser feliz.
Excelente!
ResponderEliminarMe encanta leer lo que escribes... así somos los seres humanos... a veces frívolos a veces profundos. 😘
ResponderEliminarUn excelente tema para ver desde otras perspectivas, gracias por enseñarnos una nueva forma de ver el amor
ResponderEliminarMuy lindo y cierto lo que dice.
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