¡LLEGUÉ A LOS TREINTA! ¿Y AHORA QUÉ?
¡LLEGUÉ A LOS TREINTA! ¿Y AHORA QUÉ?
"Tener 30, ser coqueta y prospera" una frase que muchos recordamos y nos marcó, ya que en 2004 llegaba a la pantalla grande la comedia romántica estadounidense protagonizada por Jennifer Garner, que interpretó a Jenna, una joven impopular de su escuela, quien en su fiesta de cumpleaños en el afán por convertirse en una "treintañera" exitosa, pide un deseo y mágicamente se despierta en el 2004, viviendo en una de las mejores zonas de New York y con un trabajo soñado en una importante revista. Jenna por fin tiene treinta y descubre que llegar a esta edad no era cómo en un principio lo había imaginado.
Y es que cuántos de nosotros no estamos protagonizando nuestra propia cinta del séptimo arte, en esta maravillosa edad, pero nos llenamos de interrogantes frente a lo que un día pensamos y actualmente vivimos.
En nuestra carrera por cumplir con propósitos de vida que nos impone un mundo estereotipado, donde la realización es sinónimo de tener una buena carrera profesional, un trabajo exitoso y bien remunerado, vivir en un buen lugar o tener un vehículo último modelo preferiblemente cosechando tales éxitos antes de los treinta, el sentimiento de frustración aviva a flor de piel cuando la llegada esta edad nos muestra una vida completamente diferente a aquello que soñamos. Porque en el camino hemos olvidado la esencia de lo que un día fuimos, pues vivimos mas con el deseo de protagonizar una cinta que nos permita cumplir las expectativas ajenas a nuestras propias expectativas por el miedo al qué dirán.
Adicional a esto, la aparición de las redes sociales, el creciente consumo de las mismas y el más reciente boom de youtubers, tiktokers, influecers y demás adjetivos para cada una de estas personas que venden un ideal de vida inalcanzable que poca relación tiene con la mayoría de los mortales desencadenan en un sentimiento colectivo de descontento.
En mi caso y meses después de haber llegado al famoso tercer piso, ese al que ahora le dicen "los nuevos veinte", cuando en el mercado le gustas a los de veinte y también a los de cuarenta, miro a mi alrededor y comprendo que, si bien no fue lo que soñé, he contado con el placer de enfrentarme a diversas situaciones que me permitieron rediseñar la hoja de ruta inicialmente planteada y lo más importante, me ayudaron a madurar.
Llegar a esa madurez con la que hoy escribo estas palabras acerca de mis treinta me ha permitido entender el hecho que tanto la vida como cada uno de nosotros hacemos parte de un proceso constante de construcción y evolución, donde el amor y el desamor, los amigos que hoy están y los que ya no, trabajos soñados y un sinfín de situaciones se encargan de pulir nuestra historia.
Llegar a los treinta sin ser coqueto y prospero me ha llevado a entender que en la carrera del tiempo todos avanzamos en momentos y situaciones diferentes, puesto que si bien, con anhelo deseamos poder materializar cada uno de esos "sueños planeados", los caminos que debemos caminar son diferentes para cada uno de nosotros, porque está bien tener treinta y contar con todo aquello que nos propusimos, también está bien no tener la vida completamente solucionada a los treinta. Lo importante sin importar la edad es luchar por todo aquello que deseamos dejando de un lado la relación entre la edad que tenemos y las capacidades de nosotros mismos.
Llegar a los treinta sin ser coqueto y prospero me ha permitido convertirme en lo que nunca imaginé. Soy un "treintañero" que vive más cómodo debajo de mí misma piel y menos pendiente sobre lo que los demás pueden llegar a pensar, porque en cada despertar me siento identificado con el ser humano que se refleja frente al espejo. Me gusta lo que veo y proyecto.
Esta es una reflexión que nos invita a pensar que siempre será un buen momento de tomar la dirección de esta maravillosa película llamada vida, en la cual solo nosotros somos protagonistas con la firme convicción que será el próximo éxito de la taquilla. Por esto y lo anterior: ¡luces, cámara, acción! Y a vivir la vida.
Mi querido, yo que te conozco desde tu primer trabajo, debo decir que estoy MUY orgullosa de la persona en la que te has convertido. A mis ojos, eres la imagen de la coquetería y la prosperidad. Un abrazo!!
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